Es común estar nervioso cuando se tiene que vivir alguna experiencia social. A todo el mundo le ha pasado sentirse de esta manera cuando se tiene que presentar algo en público, hablar con gente nueva, tener que asistir a una cita o pasar por una entrevista de trabajo.
A veces, sentirse de esta forma nos permite desarrollarnos como personas. Saber qué me genera miedo o que me provoca una sensación de angustia puede decir mucho de nosotros mismos, ya que nos enseña dónde está nuestro límite y hasta dónde podemos llegar para ser capaces de superarlo.
Pero la ansiedad social va mucho más allá de una simple sensación de “mariposas en el estómago”. Esta impide realizar una vida normal, ya que esta sensación se traspasa a cualquier interacción del día a día. Por ejemplo, hablar con un camarero, pedir la cuenta o llamar por teléfono puede ser una dificultad o impedimento para quien la vive.
¿Qué es la ansiedad social?
La ansiedad social se conoce como el temor, persistente e intenso, que sufren las personas a las situaciones sociales. Suelen preocuparse extremadamente por el qué dirán y cómo actuarán a causa del peligro de ser humillados en público y la negativa de los demás en una situación concreta.
Esta ansiedad va más allá de sentir miedo, es más poderoso que el ser una persona tímida. Las personas que lo padecen sienten un terror tan intenso por las actuaciones que están fuera de su control que es incapaz de hacer rutinas cotidianas. Ir a clase, hablar con un compañero, pedir un café o ir al trabajo puede suponer una limitación para él.
Es tan influyente ese miedo en la persona que puede comenzar semanas o meses antes de que ese acontecimiento tenga lugar. En la mayoría de los casos, el temor acaba venciendo a la persona.
¿Cómo identificarla?
Hay muchas maneras de identificar si se tiene ansiedad social:
– Sudar o temblar. El cuerpo puede reaccionar a la ansiedad social de diversas formas. Sudar, temblar o enrojecerse pueden ser algunas de ellas.
– Miedo en las interacciones sociales. Si tener que actuar con otras personas te provoca miedo al ser juzgado o humillado puede que sufras este problema. Además, si tu tendencia es evitar este tipo de situaciones, también puede ser un síntoma.
– Latidos rápido de corazón. Otra de las consecuencias que se pueden vivir al sufrir de ansiedad social puede ser el aumento progresivo de los latidos del corazón.
– Pánico excesivo. Puede ser que seas una persona tímida y tengas rechazo a las relaciones sociales, pero las personas que sufren de ansiedad social van más allá, hasta tal punto que puede dejar de hacer esas cosas por el terror que se les tiene.
¿Cómo afrontarlo?
Con las fiestas de navidad, muchas personas tendrán que reunirse con sus familiares y amigos. Estar tantas personas en un mismo lugar puede ser motivo de ansiedad extremo para aquellos que padecen este problema. Por eso, es importante seguir estos consejos:
1.Relájate
No hay que comenzar a agobiarse. La ansiedad social que la persona desarrolle una habilidad para sentir miedo y pánico mucho antes de que ocurra el acontecimiento. Para evitar complicaciones, es necesario que intentes evitar todo mal comentario o reflexión que pueda incitarte a estresarte.
Además, el deporte puede ser un gran aliado para ayudarte a superar la ansiedad cada día. No hace falta esperar a un gran evento como la navidad para que te pongas a trabajar en ello.
2.Mira a tu alrededor
Obsesionarse por lo que creo que puede sentir o pensar la gente hacia mí no siempre es la mejor opción. En estos casos, asegúrate de tener la mente preocupada en otros temas de alrededor que provoquen ese pánico. Por ejemplo, las paredes del lugar, las actividades que se pueden realizar en la zona o el clima que hace hoy.
3.Experimenta
Enfrentarte a la ansiedad social es muy beneficioso para la persona. Aunque esto siempre tiene que venir acompañado del consejo de un experto, es necesario que comiences a vivir pequeñas experiencias que te hagan ponerte nervioso. Sentir que las vas superando puede hacer que te veas más capacitado la siguiente vez.
4. No dejar que mi imaginación piense por mi
En ocasiones, somos nosotros mismo lo que nos ponemos barreras invisibles en el camino. Conocer cuál es la verdad de las cosas nos permitirá avanzar. Hay que dejar de imaginar qué es lo que podrían pensar de nosotros e interactuar.
5.No evitar las cosas
Es muy conocido el poder del miedo. A veces, incluso nos obligar a dejar de realizar actividades que en verdad queríamos hacer. Es hora de cambiarlo. No dejes de hacer las cosas, ya que solo supondría un paso hacia atrás en tu mejora.
La ansiedad social es un problema que debe tratarse desde la raíz. Por eso, es recomendable tratarlo con un especialista que te pueda guiar en todos los pasos.
Desde Psicología Conde Orgaz te animamos a consultarnos cualquier duda respecto a la ansiedad social. Puedes ponerte en contacto con nuestros especialistas, estaremos encantados de poder ayudarte.