La ansiedad está cada vez más extendida por el mundo. Solo en España ya hay más de dos millones de personas sufren ansiedad. Por ello, es indispensable conocer adecuadamente qué es, cuáles son las causas y los síntomas y cómo se puede disminuir sus consecuencias.
Esto no solo es un trabajo individual de cada uno, sino que como sociedad se debe expandir y comunicar una concepción real de lo que supone para una persona tener ansiedad. A falta de esto, son innumerables la cantidad de mitos y falsas afirmaciones que se tiene de esta. Cada vez son más las erróneas enunciaciones que se pueden oír de boca de otras personas.
Por eso, en este artículo queremos desmentir mitos sobre la ansiedad y enseñarte diferentes verdades sobre ella.
La ansiedad solo necesita medicación para que se cure. Falso.
La ansiedad es algo más que una enfermedad que se puede tratar con un medicamento. Para ayudar a la persona que lo sufre, es necesario conocer que factores pueden estar provocando esa situación a través de sesiones con un psicólogo especialista. Allí, se valora individualmente cada caso para poder ayudar de la mejor forma posible a la persona que convive con la ansiedad. Los medicamentos no son obligatorios, pero pueden darse si la situación así lo requiere.
Tener ansiedad es lo mismo que tener estrés. Falso.
Es un problema muy común creer que la ansiedad es lo mismo que sufrir de estrés. Realmente, el estrés puede ser una consecuencia de la ansiedad, pero esta última va más allá de eso. Lo que siente la persona es un bloqueo del propio cuerpo, sumado a una sensación de que la situación está superándote porque no ves ninguna solución viable.
Para hacer desaparecer la ansiedad tienes que deshacerte de lo que lo provoca. Falso.
Muchas personas creen que unas de las soluciones que hay para conseguir eliminar la ansiedad es desprenderte de todo aquello que te lo provoca. En realidad, esta afirmación es completamente lo contrario a lo que realmente hay que hacer. Para comenzar a mejorar, es necesario ayudar a la persona a superar esas situaciones con las herramientas y recursos que sean necesarios.
La ansiedad solo provoca síntomas que son emocionales. Falso.
Los efectos que tiene la ansiedad no solo tienen por qué ser de carácter emocional. Existen muchos síntomas que afectan a la salud física, como: dolor de pecho, molestias en el estómago, dolor de cabeza y vértigos o incapacidad para concentrarse. Incluso, en numerosas ocasiones las personas acudirán al un médico general por alguna de estas señales creyendo que tienen otra cosa.
La ansiedad no se puede curar. Falso.
Bien es cierto que la ansiedad es un problema que es difícil de ganar. A menudo, comenzar a ver resultados tarda bastante tiempo y suele ser en cosas muy pequeñas. Pero en ningún caso es verdad que la ansiedad no se pueda curar. Con el debido tratamiento, la persona puede comenzar a obtener resultados bastante óptimos, e incluso, puede llegar a superarlo por completo.
Tener ansiedad es de débiles. Falso.
Al ver el sufrimiento de una persona que tiene ansiedad tendemos a pensar en que lo padece porque es una persona débil, que no puede aguantar los problemas personales o cotidianos que puede sobrellevar cualquier otra. Esto es falso.
Creer que una persona con ansiedad es débil puede afectar a la que lo sufre, pues comienza a cerrarse a las personas y a disimular que realmente no tiene ninguna preocupación en su vida. Para las personas que tienen ansiedad, esto no es nada recomendable. Mostrar una debilidad y ser consciente de ella va a ayudar a tratar mejor con el problema.
Sufrir ansiedad no culpa de nadie, y por eso hacerla creer que lo padece porque realmente es débil no va a ayudar a mejorar la situación. No eres capaz de hacer las cosas no porque no quieras, sino porque se te impide.
La ansiedad no es algo tan común. Falso.
Pese a que sea difícil de creer, hay muchas más personas con ansiedad en el mundo de las que piensas. Solo en España, se han registrado más de dos millones, mientras que en el mundo existen más de 260 millones de habitantes con ansiedad. La próxima vez que creas que la persona que te está contando que sufre de ansiedad es un caso aislado, piensa en estas cifras.
Si alguno de mis padres ha sufrido ansiedad, yo también la voy a padecer. Falso.
Otro de los mitos más comunes que se han expandido por la sociedad es la idea de pensar que la ansiedad se hereda. Bien es cierto que el hecho de vivir con personas que sufren de ansiedad puede aumentar el riesgo en una muy pequeña probabilidad, pero de ninguna forma se trata de algo genético que se pase de hijo en hijo.
Desde Psicología Conde Orgaz te animamos a consultarnos cualquier duda respecto a la ansiedad. Puedes ponerte en contacto con nuestros especialistas, estaremos encantados de poder ayudarte.