Sufrir un trauma en nuestra infancia puede tener un enorme peso a lo largo de nuestra vida, pues las vivencias durante esta etapa de crecimiento marcan nuestra personalidad, la forma en la que vemos las cosas y cómo actuamos.
Como regla general, los traumas son lesiones psicológicas que dañan de forma permanente el inconsciente y que se dan en una persona cuando vive una situación grave, impactante y duradera. Por lo que, durante la infancia, esa etapa tan vulnerable, pueden marcar la personalidad del niño de por vida.
Los niños no tienen las mismas habilidades y herramienta para afrontar sus emociones igual que los adultos. Por estos motivos es importante detectar y tratar los traumas infantiles a tiempo para que les afecten los menos posible cuando sean adultos.
¿A qué se deben los traumas infantiles?
Existen diferentes tipos de traumas, pero hay que tener en cuenta que los acontecimientos traumáticos son algo subjetivo, ya que pueden variar en función de las circunstancias y de las capacidades personales de cada uno. Por ejemplo, para un adulto puede ser que algo que le ocurre a un niño no es una situación traumática, pero para un niño si serlo.
Los niños son más vulnerables e inseguros por lo que es más probable que ciertas situaciones de amenaza o estrés les puedan provocar un trauma. Las situaciones que pueden dar lugar a traumas infantiles pueden ser:
- Haber sufrido o presenciado un accidente.
- Sufrir bullying.
- Abusos sexuales.
- Maltrato físico y psicológico.
- Falta de apego con los padres.
- Abandono.
- Divorcio de los padres.
- Vivir en una familia desestructurada.
- Duelo o perdida de un ser querido o un amigo.
- Situaciones de exclusión social.
- Problemas médicos.
¿Cómo afectan en la edad adulta?
Los niños que han sufrido traumas infantiles pueden convertirse en su edad adulta en personas más frías, distantes y poco empáticas. Aunque también se puede dar el caso contrario, es decir, convertirse en personas emocionalmente dependientes de su pareja, amigos o familia.
También son frecuentes secuelas como la fata de control de las emociones, el miedo a la soledad, la necesidad de aprobación por parte de los demás, estado de ansiedad o nerviosismo, tristeza, depresión, alteraciones en el sueño y en la alimentación, etc.
Por estos motivos, es necesario detectar y tratar los traumas infantiles para poner solución a estos problemas antes de que lleguen a la edad adulta. Así, conseguiremos evitar que se produzcan todas estas secuelas mencionadas y le afecten a lo largo de su vida.
Terapia EMDR en niños
La terapia EMDR es un método terapéutico conocido como Eye Movement Desensitization and Reprocessing que se utiliza para tratar las experiencias traumáticas vividas por los pacientes. Esto se logra a través de la estimulación bilateral de los dos hemisferios cerebrales, mediante el movimiento de los ojos de derecha a izquierda, similar a lo que ocurre en la fase REM del sueño.
Este tratamiento tiene como objetivo acceder a las emociones negativas asociadas a un acontecimiento determinado para ayudar al paciente a modificar la forma de procesar la información almacenada de la experiencia traumática y lograr así su bienestar.
Como hemos dicho antes hay situaciones que puede ser que para un adulto no sean significantes, pero, los niños, pueden ser extremadamente vulnerables a ciertos acontecimientos. Por ejemplo, la llamada de atención de un profesor o la crítica de algún compañero para un niño son situaciones en las que puede sentir peligro o incomprensión y originarles un proceso traumático en su mente.
Numerosos estudios avalan la terapia EMDR como un tratamiento seguro y efectivo en niños y en adolescentes. Esta puede aplicare no solo para tratar los traumas, sino también otras patologías como ansiedad, fobias, duelo, pesadillas, problemas de conducta, entre otros.
Las sesiones de EMDR en niños son diferentes a las de los adultos, pues para ellos es más complicado expresar e identificar qué es lo que les está pasando. En los niños se trabajan los recuerdos, sentimientos y las creencias que se han conformado durante la infancia combinando varios elementos como el juego, los dibujos, cuentos, la terapia cognitivo conductual y la terapia familiar entre otros.
Este tratamiento trabaja directamente en el foco del trauma y les ayuda a disminuir y controlar la intensidad emocional asociada a determinado recuerdos o situaciones. De esta forma también los prepara para un correcto y sano procesamiento de las emociones para futuras experiencias.
En Psicología Conde Orgaz somos especialistas en la terapia EMDR para tratar los traumas infantiles. Si necesitas más información no dudes en contactar con nosotros. Estaremos encantados de ayudar a tu hijo a superar cualquier acontecimiento traumático y desarrollar una vida plena y satisfactoria