El trastorno bipolar consiste en una serie de episodios maniacos o depresivos repetidos que se separan por periodos en los que la persona que padece estos trastornos tiene un estado de ánimo normal.
Estos trastornos en el estado de ánimo son más frecuentes de lo que podemos pensar, afectando aproximadamente a un 2% de la población. Suelen aparecer en la adolescencia o en los primeros años de la edad adulta, continuando a lo largo de toda la vida de quien los padece, y afectan de manera indistinta tanto a hombres como a mujeres.
Las personas que sufren este tipo de trastorno experimentan cambios repentinos en su estado de ánimo y en su forma de comportarse. Cuando se producen estas etapas o fases de manía o depresión, dependiendo de la persona, pueden llegar a ser muy graves, necesitando incluso en algunos casos de hospitalización. Sin embargo, gracias a tratamientos psicológicos y a medicación se puede llegar a estabilizar mejorando considerablemente la calidad de vida de la persona que lo sufre.
Así, en muchas ocasiones puede ser muy difícil reconocer y diagnosticar el trastorno bipolar, ya que puede confundirse con problemas momentáneos o también puede confundirse porque los síntomas son parecidos a los de otras enfermedades psiquiátricas como el trastorno esquizofrénico u otros tipos de trastorno psicótico.
Además de que este trastorno puede tener síntomas parecidos al de otras enfermedades, también tiene síntomas similares a los que se dan con el abuso del consumo de drogas.
Por estos motivos, se estima que a día de hoy entre un 30 y un 50% de personas que padecen este trastorno están sin diagnosticar.
Tipos de trastorno bipolar
Hay diferentes tipos de trastorno bipolar, ya que, dependiendo de la persona que los padezca se manifiesta de maneras diferentes. Así, podemos encontrar 4 tipos de trastorno bipolar:
- Trastorno bipolar 1:
Este tipo de trastorno bipolar es el más común y se caracteriza por fases maniacas o depresivas. En las fases maniacas pueden aparecer síntomas como delirios o alucinaciones, mientras que en las fases depresivas es común un estado apático, de tristeza, insomnio o movimientos lentos. También puede darse el caso de que ocurran episodios de carácter mixto, mezclando síntomas de las fases maniacas y de las depresivas.
Así, los episodios maniacos suelen durar más de siete días. Se producen prácticamente a diario durante este tiempo y normalmente a lo largo de todo el día. Por su parte, los episodios depresivos suelen durar unas dos semanas, aunque siempre dependiendo del caso particular.
- Trastorno bipolar 2:
Por su parte, el trastorno bipolar de tipo 2 se trata de una mezcla de fases depresivas intensas con otras denominadas fases hipomaníacas, que son fases de euforia moderadas. Así, este tipo de trastorno hace que quien lo padece en las fases de euforia se presente un poco más sociable y más activo.
Asimismo, las personas que padecen este tipo de trastorno bipolar suelen sufrir muchos más episodios a lo largo de su vida que las personas que sufren un trastorno bipolar de tipo 1.
- Trastorno ciclotímico
Aunque los dos tipos anteriores de trastorno bipolar son los más comunes, existen otros tipos como el trastorno ciclotímico. En este tipo de trastorno se dan síntomas hipomaniacos (fases de euforia moderada) y síntomas depresivos, pero éstos no son tan duraderos ni tan intensos como en el trastorno bipolar de tipo 2. Así, estos síntomas pueden aparecer durante periodos determinados de tiempo en la vida de la persona.
- Trastornos de tipo bipolar no especificados
Por último, tenemos otro tipo de trastornos bipolares que no se ajustan a ninguna de las categorías anteriormente definidas.
Síntomas del trastorno bipolar
En el trastorno bipolar tenemos que distinguir dos tipos de síntomas, los relacionados con las fases de depresión y los relacionados con los episodios maniacos.
Síntomas de la depresión
Los síntomas más comunes de la fase de depresión son:
- Insomnio.
- Apatía y pérdida de interés por todo en general.
- Tristeza.
- Sensación de cansancio continua, realizando los movimientos más lentamente.
- Ideas pesimistas que se repiten.
- Dificultad para tomar decisiones y concentrarse.
- Pérdida del apetito.
- Dolor crónico que no es causado por una enfermedad física real.
Síntomas de la manía
- No tener necesidad de dormir, durmiendo muy pocas horas y levantándose con mucha energía.
- Estado de ánimo eufórico, siendo a la vez irritable.
- Rapidez al hablar.
- Nuevas ideas constantes, proyectos y mejora de la confianza en sí mismo.
- Aumentan los gustos y el deseo sexual.
- Se infravaloran los riesgos, se vuelven desinhibidos.
- Se pierde el contacto con la realidad, apareciendo delirios y alucinaciones.
Cuando una persona está en una de estas fases es muy difícil que sea consciente de ello y por lo tanto no suelen buscar ayuda médica.
Sin embargo, cualquier persona que sufra un trastorno bipolar debe estar en cuidado psiquiátrico y tener apoyo de un psicoterapeuta que, mediante terapia, ayude a la persona a llevar mejor el tratamiento, los medicamentos, y a enfrentarse a su situación y a sus relaciones personales de la mejor manera posible.