El transcurso de los hechos que han sucedido durante los últimos meses y la actual vuelta a la nuevanormalidad han podido desencadenar numerosas situaciones de ansiedad en muchas personas. En ocasiones, estas situaciones entorpecen nuestros hábitos y quehaceres. Además, no nos permite realizar nuestra vida con normalidad, por lo que debemos acudir a un especialista para aprender a gestionar nuestros pensamientos, sentimientos y emociones.
Es importante conocernos y reconocer cuando hemos tenido un ataque de ansiedad o padecemos de ella. Es por ello por lo que, hoy, desde la página web de Psicología Conde Orgaz os hablaremos de diversas técnicas para reducir la ansiedad y el y el pánico.
¿Qué es la ansiedad?
Podemos denominar la ansiedad como una sensación o estado de inquietud que invade a una persona. Hay diferentes grados de ansiedad, algunas personas la sufren día a día y otras, en cambio, sufren un único ataque una vez en su vida.
En cualquier caso, cabe destacar que, aunque en ocasiones, la ansiedad no se toma como una sensación negativa, para las personas que la padecen puede llegar a serlo.
¿Cuándo es positiva o negativa la ansiedad?
Se habla de ansiedad positiva cuando este estado de inquietud nos mantiene alerta. Es decir, está enfocado al instinto de supervivencia de las personas. También se considera positiva cuando nos ayuda a resolver o evitar un problema de manera eficaz.
Sin embargo, la ansiedad se considera negativa o patológica en diferentes casos como:
- Negación de la ansiedad
- Problemas crónicos que nos generan ansiedad
- Sucede en situaciones inadecuadas (ambiente laboral, familiar, etc.)
- Otro tipo de patologías como fobias, ansiedad generalizada, etc.
Si padecemos esta ansiedad patológica, es necesario que conozcamos y adoptemos en nuestro día a día diversas técnicas para reducir la ansiedad.
Antes de hablar de las técnicas para reducir la ansiedad, debemos mencionar que la ciudad tiene 3 vías a través de las que se expresa: cognitiva-emocional, fisiológica y conductual.
- Expresión cognitiva-emocional: Dentro de ella se encuadran nuestros pensamientos y sentimientos. Desde los temores hasta inseguridades o pensamientos negativos.
- Expresión fisiológica: Aquí encontramos todas las molestias que sentimos en nuestro cuerpo cuando sufrimos ansiedad. Puede ser temblores, dolores estomacales, vómitos, etc.
- Expresión conductual: Habla de nuestra conducta y reacciones. Por ejemplo, una expresión conductual sería morderse las uñas cuando estás nervioso.
Técnicas para reducir la ansiedad
Para que las técnicas de reducción de la ansiedad sean totalmente eficaces es conveniente que se adecúen a la expresión correcta. es decir, una técnica para reducir los temblores producidos por la ansiedad debe estar relacionada con la fisiología el paciente. Por ello, las diferentes técnicas que mostramos a continuación están englobadas en las expresiones de las que hemos hablado anteriormente.
- Terapia de exposición: esta es una técnica que se encuadra dentro de las terapias conductuales. Se basa en enfrentar a la persona (a través de la imaginación) a la situación que le produce ansiedad con el objetivo de, gradualmente, superarla. Una técnica es la Reestructuración Cognitiva, que trata de mostrarnos pensamientos más realistas sobre las situaciones que nos generan ansiedad. Para ello se identifican, analizan y modifican diversos pensamientos erróneos.
- Ejercicios físicos y de relajación: Estas son técnicas para reducir la ansiedad y las expresiones fisiológicas que conlleva. Algunos de estos ejercicios encomendados por numerosos psicólogos son el Entrenamiento en Relajación Muscular Progresiva de Jacobson y la Respiración diafragmática. Además, estos ejercicios se pueden complementar con el ejercicio físico habitual: salir a correr, meditar o hacer yoga, son ejercicios físicos que puedes incorporar a tus hábitos diarios para reducir la ansiedad.
- Entrenamiento en habilidades sociales: esta técnica actúa a nivel conductual. Junto con otras técnicas como la Técnica de Exposición, trata de disminuir la ansiedad en niveles de conducta. Esa última técnica se basa en ayudar a las personas a afrontar las situaciones en lugar de evitarlas. En muchos casos sirve para romper la relación entre la ansiedad y la situación que nos la genera.