En la sociedad se ha propagado la idea inicial de que los psicólogos están hecho para ayudar a la gente débil que no es capaz de ayudarse a si mismo. Otros, en cambio, consideran que asistir al psicólogo es estar tumbado en una camilla mientras hablas de los problemas que tienes en tu vida. Pero, la verdad de todo esto, es que poco tiene que ver la realidad con estas afirmaciones.
Hay muchas personas que, por lo que oye o piensa la sociedad de los psicólogos, tiene miedo de asistir y conversar con uno por lo que eso pueda provocar en su entorno. Por eso, en este artículo, vamos a tratar los mitos más extendidos con el fin de enseñar la verdad de estos.
¿Qué mitos existen?
Estos son algunos de los mitos más extendidos entre la población.
El psicólogo trata de contar todo sobre mi infancia
Si crees que ir al psicólogo está relacionado con las ideas de las películas de tumbarte en una camilla y contar todo sobre tu infancia estás equivocado. Las conversaciones y lo temas que se tratan en las terapias van a depender de los problemas o situaciones que quiera superar la persona que asiste a consulta. Si bien es cierto que en muchas ocasiones puede ayudar hablar de tu infancia, no tiene por qué ser siempre obligatorio tener que hablar sobre ello al profesional. La mayoría de las terapias también pueden resolverse hablando del presente, o incluso, del propio futuro.
La terapia es para personas con problemas mentales
La terapia en el pasado empezó como una forma de ayudar a aquellas personas que sufrían problemas mentales. Eso ha quedado atrás en la actualidad. Hoy, cualquiera que necesite hablar o tratar algún punto de su vida cotidiana (ya sea problemas en el amor o necesidad de controlar sus emociones) puede acoger la ayuda de la psicología. Por tanto, no es necesario sufrir de ninguna enfermedad mental para asistir a un especialista. La terapia puede ayudar en muchas cosas, sobre todo a controlar nuestras vidas y aprovechar todos los recursos disponibles para hacer frente a nuestros problemas. No es un signo de debilidad, sino de fortaleza.
La terapia dura para toda la vida
Otra de las ideas muy desarrolladas y extendidas en la población es el pensamiento de que esto dura toda la vida. Bien es cierto que depende de cada persona, ya que existen algunas que, para mejorar su calidad de vida, necesitan muchas sesiones y tiempo. Aun así, esto no se extiende a todo el mundo. Puede ser que con solo unas pocas sesiones comiences a ver cambios importantes en tu vida. Por ejemplo, puede comenzar a percibir y conocer cuáles son los problemas que te atormentan, y con ello ser consciente de cómo le haces frente. Así, puedes empezar a reducir tus niveles de entres o ansiedad. Actividades tan comunes como dormir mejor, descansar, tener unos hábitos mucho más saludables, o relacionarte mejor con las personas pueden ser acciones que se pueden llevar a cabo con sesiones cortas.
Los especialistas de este campo solo saben escuchar
Parece que se ha extendido la idea de que los terapeutas solo saben escuchar y repetir las últimas palabras que pronuncias con el fin de parecer que están escuchando. Aunque los especialistas deben preguntarte una serie de cosas (como pueden ser aspectos clave de lo que cuentas, metas, objetivos que quieres conseguir, preocupaciones o cambios que experimentas), esto se debe a la necesidad de reconocer y percibir a fondo qué preocupa o cuales son los problemas que tiene su paciente. Aun así, durante la sesión, es normal que el terapeuta hable y comente aspectos tales como dónde se encuentra el paciente, dar sus opiniones como experto o dar consejos, entre otros.
Todas las terapias son iguales
Hay quienes piensan que, como todas las terapias son habladas, son iguales. Esto no es así. En la mayoría de los casos, la forma de llevar a cabo la técnicas es igual, pero lo que en ella se dice no lo es. Cada persona es un mondo, y por ello cada apersona tiene sus problemas, inquietudes, objetivos, logros y metas. Por ello, el especialista tiene que saber cómo es la persona y qué le define para poder tratarlo de una manera u otra. Además, existen diversas formas de llevar una sesión dependiendo de los problemas que tenga la personas. Así, al igual que no se trata igual a una persona que es agresiva como a una tranquila, no se trata de la misma forma a una persona que negativa a aquella que tiene problemas familiares.
En Psicología Conde Orgaz queremos cuidarte. Por eso, si tienes cualquier duda sobre la fibromialgia, no dudes en contactar con nosotros. Estaremos encantados de ayudarte.