En una sociedad donde las relaciones personales ocupan un pilar fundamental en nuestra vida, a veces, es difícil diferenciar si estas son sanas o nos estamos adentrando en una relación con dependencia. En el post de hoy explicaremos en qué consiste, cuáles son algunos de sus rasgos y cómo identificar la dependencia emocional.
¿Qué es la dependencia emocional?
La dependencia emocional es la situación que se da en una relación interpersonal cuando se desarrollan comportamientos de adictivos o de dependencia. Normalmente, se desenvuelve en un entorno en el que los roles no son simétricos y se desarrolla a través del refuerzo positivo, lo que genera dependencia psicológica en la persona que la padece.
Podríamos pensar que cuando una pareja rompe, la relación de dependencia acaba, pero esto no ocurre: la persona dependiente intentará retomar el trato con su ex pareja y reanudar la relación. Los comportamientos son similares a los de otras dependencias como la adicción al trabajo, al tabaco o al alcohol. La persona dependiente busca constantemente el afecto de la persona de la que dependen para tratar de llenar sus propias necesidades emocionales insatisfechas.
¿Quién puede padecerla?
Esta relación asimétrica se puede dar tanto en hombres como en mujeres. Sin embargo, las personas dependientes suelen tener características comunes. Estas son algunas de ellas:
- Baja autoestima y gran necesidad afectivas: las personas con la autoestima baja suelen sentirse inferiores al resto y son muy críticos con ellos mismos. Esto provoca que puedan sentirse culpables cuando reciben críticas de otras personas. Además, buscan complacer a otros para obtener su apoyo o aprobación.
- Creencias erróneas a cerca del amor: otra de las características es la imagen que creamos sobre el amor. Normalmente, tendemos a idealizar las relaciones de pareja. El amor romántico se basa en unos ideales que no siempre se cumplen en las relaciones. Esta distorsión de la realidad puede provocar que sintamos frustración, ya que la relación no cumple con nuestras expectativas. Además, esta creencia puede llevar también a la idealización de la pareja. En este caso, la pareja se sitúa como el centro de la existencia del dependiente y este pasa a tomar un rol de sumisión y obediencia.
- Miedo a la soledad: esta característica es bastante común, dado que vivimos en una sociedad en la que se consideran muy importantes las relaciones interpersonales. Las personas, en general, tienen miedo de envejecer solas, por lo que para ellas es fundamental encontrar pareja. Para ellas es fundamental estar en compañía, por lo que no tienen en cuenta la calidad de las relaciones que mantienen.
¿Cuáles son las consecuencias de la dependencia emocional?
Las consecuencias de la dependencia emocional son diversas. La más frecuente es la aparición de sentimientos negativos. La persona dependiente no está satisfecha con su relación, pero es incapaz de salir de ella, por lo que tiende a sentirse culpable y a justificar a su pareja por cualquier acción.
La relación de dependencia provoca en muchas ocasiones discusiones con a familia o amigos de la persona dependiente. Esto sucede porque el entorno de esta persona intenta dar consejos y ayudar para mejorar la calidad de la relación y para aumentar a autoestima del dependiente. El conflicto se genera porque la persona dependiente se ve incapaz de percibir las críticas o consejo que recibe de sus familiares.
Por último, las relaciones de dependencia pueden llevar a dejar de lado sus responsabilidades. Dado que su prioridad es la otra persona, dedicará todo el tiempo necesario para satisfacer sus necesidades. También tienden a aislarse, por lo que las discusiones mencionadas anteriormente pueden traducirse en una ruptura con su círculo social.