Después de dos meses de confinamiento, muchos de vosotros habéis comenzado a salir a la calle gracias a la desescalada. Esta medida fue tomada por Pedro Sánchez el pasado dos de mayo. A partir de ese día, las personas pueden salir a pasear o a hacer deporte una vez al día durante una hora.
Esto forma parte de la primera fase de la desescalada. Para muchas personas, esto supone un alivio, pero para otras no todo es positivo. Se ha extendido el miedo al contagio y el miedo a salir de casa, por ello, hoy comentaremos qué podemos hacer para controlar este miedo y entender cómo afecta esta nueva situación a nuestra mente.
Afrontar el miedo a salir de casa
Si bien es cierto que los paseos diarios han sido un alivio para parte de la población, otro sector prefiere quedarse en casa para evitar el contagio. Las calles llenas de gente no han ayudado a estas personas, ya que estamos más expuestos al coincidir con más gente. Este miedo se manifiesta en forma de estrés, ansiedad, enfado e incluso problemas de sueño. Además, se une la incertidumbre a no saber qué puede pasar si optamos por salir a la calle.
Una forma para aprender a convivir con estos sentimientos y afrontarlos es exteriorizar este miedo. Es muy importante expresas tus sentimientos a tu pareja o familiares. Ellos podrán aconsejarte y ayudarte. De esta manera, tú podrás entender que hay otros puntos de vista y te aliviará saberlos. Además, siempre aconsejamos que, si es necesario, consultes con tu psicólogo. En nuestro caso, realizamos consultas por videoconferencia por lo que no deberás salir de casa para ello.
Para afrontar el miedo a salir a la calle debemos mentalizarnos. Podemos pedirle a alguien que conviva con nosotros que nos acompañe a dar un paseo. Nuestro miedo viene infundado por el miedo al contagio, por lo que podemos programar un paseo en un horario donde haya menos gente (siempre que sea dentro de los horarios permitidos).
Además, también podemos decidir la duración y la distancia del paseo. Puedes empezar dando una vuelta a la manzana o dar un pequeño paseo de 10 minutos. Poco a poco podemos incrementar estos valores y así crearemos una rutina que evitará que este miedo crezca.
¿Qué sucede si no tengo miedo a salir, pero sí a contagiarme?
Es normal que no queramos enfermar. Debemos pensar que es un virus, similar a otros, aunque no por ello debemos descuidar nuestra higiene. Debemos aceptar que el contagio es posible, pero no probable. Debemos de hacer un ejercicio de aceptación para que este miedo no se vuelva recurrente.
Además, fundamental que, sobre todo, sigamos las pautas de higiene que aconsejan los profesionales sanitarios. El uso de mascarilla o lavarse las manos varias veces al día es fundamental para evitar el contagio. Además, debemos evitar las muestras de afecto y mantener una distancia mínima de dos metros con otras personas con las que no convivamos o que estén expuestas al virus.
Para evitar aumentar nuestro miedo al contagio también debemos:
- Evitar monopolizar las conversaciones sobre este tema. Es importante que hablemos de otros temas con nuestra familia y amigos. Esto nos ayudará a estrechar lazos y fortalecer nuestras relaciones.
- No hacer un seguimiento exhaustivo en las noticias o las redes sociales. La sobreinformación no aporta nada y solo nos preocupará más de lo debido.
- Aunque sigamos las medidas sanitarias, no debemos obsesionarnos con ellas. Seguir las pautas es suficiente para evitar al contagio. Algunas personas creen que lavarse las manos de manera constante o usar gel hidro-alcohólico en grandes cantidades evitará el contagio. No debemos caer en ese error. Además, esto podría provocarnos problemas dermatológicos.
Como hemos dicho anteriormente, estas son unas de las pautas que puedes seguir para reducir y aceptar el miedo producido por la desescalada. Sin embargo, si necesitas ayuda psicológica, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.